Las DRM proporciona a los fabricantes de dispositivos, compañías de software y editoriales de medios, el acceso a nuestros dispositivos. Estos negocios deciden como usamos los medios digitales y reciben el consentimiento de los clientes para ser espiados mediante condiciones de contrato del tipo “tomalo o dejalo”. Las condiciones de contrato suelen ser de larga duración y están diseñasdas de manera que no puedan ser entendidas por el ciudadano medios, la mayoría de las personas nunca las leen; pero incluso si las leen y no están de acuerdo, normalmente es muy difícil devolver un producto a esa alturas.
En 2009, Amazon se introdujo eléctricamente en los libros electrónicos de sus clientes para eliminar libros que habían vendido por equivocación. Entre los libros eliminados estaba 1984 de George Orwell, un libro que trata sobre un mundo distópico en el que existe un dispositivo llamado “agujero de memoria”, el cual es usado por el gobierno para hacer desaparecer para siempre todo el material que no este autorizado. Más adelante, Amazon prometió que no volvería a usar la aplicación de borrado, a no ser que fuese ordenado por el gobierno. La ironía de la situación no podría ser mas evidente.
Los vendedores pueden realizar un seguimiento de la música que escuchamos y de los libros que leemos. No tenemos ningún control sobre que ocurre con esta información una vez que sale de nuestros dispositivos.